Enfocando
En todo un dolor de cabeza se han convertido, para el gobierno de Guerrero, los grupos de autodefensa denominada integrantes de la CRAC y de la UPOEG cuyas organizaciones, por separado, han tenido un enfrentamiento que por nada han terminado en hechos violentos de sangre, bajo el amparo de que brindan seguridad y certeza jurídica a los habitantes de los poblados donde ellos operan.
Lo cierto es que han tenido la osadía de enfrentar a los grupos policiacos del gobierno y el atrevimiento de pretender desarmar, inclusive, a los militares y marinos con los que se han encontrado frente a frente.
Deben de recordar que su propósito inicial fue el de resguardar a sus poblados, no de trasladarse de un lugar a otro, armados, como si fuesen autoridades.
El Congreso de Guerrero debe legislar para dar una figura jurídica a estos grupos de hombres armados que, en la realidad de los hechos, lo que proyectan dentro y fuera del estado, así como del país, es la de grupos guerrilleros y que a toda costa pretenden estar por encima de la ley.
Ángel Heladio Aguirre Rivero debe aplicar la ley y solicitar al gobierno federal que haga lo propio, para terminar de una vez por todas con estas personas que han trasgredido la ley; los hechos muy claros, pues su líder Nestora Salgado García, por haberla infringido, se encuentra ya tras las rejas en un penal de mayor seguridad en un estado del norte.
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